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Soy una sesentona con alma de colegiala.

2010/04/01

!MIL CRUCES ROSAS!

Hola, soy Mensa o Carmen
No hace mucho se pasó por la tele la película ”Ciudad del Silencio” , protagonizada por Jennifer López y que está basada en hechos reales sobre la matanza de mujeres, en su mayoría jóvenes, que se está llevando a cabo, incluso a día de hoy, en Ciudad Juárez, en el Estado de Chihuahua, (Méjico). Nada más verla, se me ocurrió escribir algo sobre este espinoso tema, con dos propósitos: Que no se quede en el olvido, pues ya hace mucho tiempo que no se habla de él en los medios de comunicación, y también para rendirles un merecido homenaje a esas mujeres que murieron merced a la crueldad de unas personas sin escrúpulos.Empecé a buscar información y me encontré con algunos datos realmente escabrosos y estremecedores, sobre todo para la época en la que vivimos. Se barajan varios motivos sobre el origen de lo que se ha dado en llamar“femicidio”, dada la cantidad de mujeres que hasta ahora han sido ase sinadas de una manera brutal; algunas de ellas, después de haber sido violadas, han aparecido estranguladas y mutiladas. Sus asesinos no distinguen edades, pues van desde los diez a los treinta y cinco años en adelante. La cantidad exacta no se sabe y quizá nunca llegue a saberse, ya que algunas desapariciones no han sido denunciadas, y no todos los cadáveres han aparecido, pues ya se encargaban los autores o mandados de rociarlas con un compuesto en el que se incluía cal viva, que destruye por completo los huesos. Son varios los motivos que se señalan, entre los cuales destacarían los de esclavitud sexual, hasta robo de órganos para trasplantes, pasando por los crímenes pasionales, domésticos y por venganza, que se enmascaran aprovechando esta serie de asesinatos para hacerles parecer uno más.
Casi todas estas mujeres eran maquiladoras (operarias), a las cuales sus jefes explotaban, pues eran mano de obra barata, y que se encargaban de llevar un sueldo a casa para poder subsistir, pues el trabajo para los hombres es más bien escaso. Esto ha hecho posible un cambio en las costumbres, tradicionalmente machistas de la sociedad mejicana, que los varones no han sabido ni podido aceptar, y es por lo que justifican la violencia de género, que algunos de ellos, como dije más arriba, los enmascara y hace parecer como que es un crimen más de que se cometen por las mafias en Ciudad Juárez hacia esas indefensas mujeres.
¿Qué ha podido pasar en esta ciudad del país hermano para que todavía no se haya elaborado una investigación exhaustiva de estos hechos tan terribles?

Hasta día de hoy se ha inculpado a muy pocos, entre ellos un químico árabe, pero las diferentes asociaciones afirman que esos culpables son “prefabricados” y que los verdaderos continúan en libertad. Los que han confesado cuando les han detenido, a la hora de declarar ante los jueces, dicen que lo hicieron presionados por la policía, y que ellos no saben nada.

Pero no es la cifra de asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez lo que más llama la atención; lo que llama la atención es que el Estado mexicano no es capaz de resolver estos crímenes, tal vez por miedo o por interés, aunque no son técnicamente muy complicados. Es cierto que hay un problema social de violencia y en muchos casos explica lo que acarrea una responsabilidad funcional que deberá ser aclarada y sancionada, al menos eso espero.

Los expertos han constatado que cuando un cadáver era hallado, no se protegía adecuadamente el lugar del hallazgo (cualquiera podía caminar por ahí) ni se recogían correctamente las pruebas, pues tiempo después se seguía hallando ropa y restos humanos. La misma que no era sometida a las diligencias mínimas requeridas para obtener información y llegar a la verdad (toma de huellas dactilares y restos de sangre, búsqueda de restos en la piel de la víctima, exámenes de ADN, etc.). De la lectura de los expedientes se desprendían algunas pistas que nunca fueron investigadas (por ejemplo, varias de las víctimas estudiaban en la misma escuela de computación o trabajaban en la misma maquiladora). Tampoco se entrevistaron a testigos claves y personas del entorno de la víctima, como amigos, familiares o la pareja sentimental, que podrían haber proporcionado información relevante. En general, no se utilizaron todos los medios que ofrece actualmente la ciencia para conseguir elementos probatorios objetivos, y muchos expedientes no pasaban de unas cuantas hojas.
A finales de los noventa se encontraron cadáveres de mujeres y niñas cerca de ranchos pertenecientes a traficantes de cocaína. Esta coincidencia parece establecer un vínculo entre los homicidas y la mafia de los traficantes, a su vez relacionada con la policía y los militares. Pero las autoridades se niegan a orientar la investigación por esa vía. Vuelvo a repetir ¿Tal vez por miedo? Hay que tener en cuenta que algunos periodistas han sido amenazados de muerte, es quizá ese el motivo por el cual no trascienda si se produce un nuevo crimen.
Lo peor de todo esto es que algunos miembros de las familias han sido acusados de colaborar en estas muertes, que han dejado graves traumas en las familias afectadas ¡Cómo iba a ser menos! Los familiares y allegados cuentan con la ayuda y complicidad de varias asociaciones, incluso ha llegado una delegación de artistas españolas que organizaron un concierto en solidaridad hacia ellas.
Decenas de cruces rosas pintadas con los nombres de las víctimas en los postes y farolas de la avenida principal recuerdan a las mujeres cuyas muertes están sin resolver. Yo desde aquí les he querido rendir este sentido homenaje, con la sincera esperanza que sus asesinatos no queden impunes, pues, hasta que no se esclarezcan los hechos, todas las mujeres seremos: Alma, la primera que fue encontrada, Lupita, Rosita, Esmeralda, y así una lista interminable de nombres que esperan Justicia.

MENSA SANTANA

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